lunes, 29 de enero de 2018

SECUENCIAS DE LA PELÍCULA "EL ENEMIGO PÚBLICO Nº 1"

La imagen del Paseo Picaso de Barcelona, a pocos metros del Parlament de Cataluña, publicada por Puigdemont en la red social Instagram / 
Dicen que se acerca... Un helicóptero sobrevuela el barrio, máxima vigilancia, comenta el politólogo en el bar.
¡Por un hombre tanto cuento, ni que fuera un ejército invasor!, exclama el periodista en paro.
¡Mucho peor, querido, que es un catalán de los malos, como dice mi marido, notario de notoriedad!, replica la cuñada del dentista.
¡Y tanto, hay que agarrarlo como sea, por el pescuezo!, añade la vecina taxista.
Como un trofeo de caza de la Escopeta Nacional, de Berlanga, o del novio gandul de mi santa madre, apunta la hija de la bibliotecaria.
¡Vaya lengua, que tienes, niña, vaya lengua!, replica la cuñada del dentista.
Igual habrá que cerrar el bar, ¿no?, ¡a ver si al prófugo se le ocurre venir aquí a tomar un café!, advierte la vecina taxista.
Ah, bueno, si es así, a mí que no me líen..., susurra la dueña del bar.
¿Y el día después, y el otro, y el otro?, pregunta la sobrina de la peluquera.
Pues nada, otra vez con los discursos y el café de siempre, y tú más, "embolica que fa fort", contesta la vidente.
Miren, un cromo repetido en el diario "La Razón", comenta la nieta del anarquista.
Como en aquellos días de uniformes negros y grises, donde siempre había cromos repetidos en los álbumes y en la realidad, evoca el poeta romántico del barrio.
Estoy resfriado, tengo triste el ojo izquierdo, apunta el humorista.
¡Una vergüenza, es todo una vergüenza!, exclama la sobrina de la peluquera.
                                           




Publicado por el diario "La Razón"




¿ESPAÑA-RUSIA, NUEVO CAMPEONATO EUROPEO DE TENIS?

Esta mañana en el bar alguien propone el siguiente partido de tenis, España-Rusia, con entrada gratuita para todo el mundo, incluidos extraterrestres y otros seres del más allá.

España: "Puigdemont pedirá permiso al juez para asistir el martes al pleno de investidura." (publico.es)

Rusia: "Cuando Navalni fue arrestado caminaba pacíficamente con sus partidarios por la céntrica calle Tverskaya en dirección hacia la plaza Pushkin. La Comisión Electoral Central rechazó su candidatura en diciembre, por haber sido condenado en sendos procesos." (ABC.es)

Abucheos, aplausos, pitos y flautas en el bar del barrio.
¡Marchando, una de calamares a la romana, rebozados, pero que no amarilleen!, exclama la dueña del bar.

















Viñeta: Ferreres (elperiodico.com)
Viñeta: Forges (elpais.com)
Viñeta: Gila (Álbum)


sábado, 27 de enero de 2018

LA NUEVA COCINA Y EL CALDO DE LA POLÍTICA


En el Gran Circo español (un potaje conceptual al soplete de la nueva cocina de autonomías, suspendida una por exceso de condimento en sal, pimienta y butifarra de huevo), los políticos andan de cabeza, comenta el humorista.
Ya les digo yo que no hay nada como la cocina tradicional, sin sopletes ni otras tonterías de la cocina moderna, apunta la cuñada del dentista.
¡Caldo de gallina, que hay mucha gripe suelta!, recomienda la dueña del bar.
Mientras no lo suspendan también, ¡me refiero al caldo de gallina, no al caldo político!, exclama la sobrina de la peluquera.
¡Y una copa de cava, que no falte!, añade la vidente del barrio.












Nicanor Parra, Artefacto poético 


martes, 23 de enero de 2018

UNO A DINAMARCA Y OTRO A CASTELLÓN



Canta el humorista en el bar del barrio:

Como el gato y el ratón,
uno a Dinamarca, en avión,
y el otro, en AVE, con retraso,

a Castellón.

Silbidos, aplausos, pitos y flautas, barullo en el bar.
Una turista nórdica (que es politóloga, explica, y experta en árbitros y conflictos deportivos nacionales y olímpicos) pide una tapa de calçots a la madrileña para su marido, otra de callos fritos de Girona para ella, una tortilla española a la francesa redonda, y una botella de fino espumoso de Jerez de Calella. 
La hermana de la dueña del bar, mosqueada, recomienda al matrimonio turista que vayan a la tienda de la esquina, donde encontrarán de rebajas "calces, calçotets i nòrdiques estampades amb botifarra d'ou". 
El matrimonio nórdico sale del bar dando tal portazo, que caen al suelo, no ellos, sino el fuet de Vic y el chorizo de Cantimpalos que colgaban del espejo del bar.




lunes, 22 de enero de 2018

COMO EL GATO Y EL RATÓN, O DE BÉLGICA A DINAMARCA


Cuando ruge la marabunta, título de una película de aventuras africanas con bichos, donde una plaga de hormigas monstruosas invade campos y casas, comenta la vidente del barrio.
La plaga de la langosta, como las plagas de la política, la religión y la economía, indica la nieta del anarquista.
Calla, calla, niña, ¡y quítate el lazo amarillo, que me deslumbra!, replica la cuñada del dentista.
¿Cómo dices, querida, Rajoy y Puigdemont a la gresca otra vez?, pregunta la vecina taxista.
Como las persecuciones de Tom y Jerry, añade la hermana del informático.
Ayer, Bélgica; hoy, Dinamarca; mañana, quién sabe dónde, canturrea el humorista del barrio.
Como el gato y el ratón, dice la sobrina de la peluquera.
Como hace mi madre con el queso y sus novios, ahora te lo doy, ahora te lo quito, bromea la hija de la bibliotecaria.
La ex cárcel "Modelo", de Barcelona, nuevo espacio cívico para los ciudadanos, anuncia el periodista en paro.
Todo sería más alegre y sano si hubiera menos prisiones y más espacios cívicos, dice la dueña del bar.
Usted pide imposibles, como en el amor y las tapas de Ferran Adrià, sentencia un turista marroquí.
No se meta con el amor y las tapas, ¡que me hunde poesía y turismo!, advierte el poeta romántico del barrio.
¡Dios me libre de tal agravio!, exclama el turista marroquí.
Como el gato y el ratón, ¡de Bélgica a Dinamarca, y...!, canta el humorista.

jueves, 18 de enero de 2018

EL POETA JOAN MARAGALL Y LA FLOTA AMARILLA


Discurso inicial de Ernest Maragall en la constitución del nuevo Parlament de Catalunya, contundente, a favor de la democracia, explica el politólogo del barrio.
Con esa "palabra viva", con esa palabra clara y vital que su abuelo, el poeta Joan Maragall, pedía a la poesía de su tiempo, comenta el poeta romántico del barrio.
Demasiado catalanista y demasiados lazos amarillos por todas partes. Dicen que una de las nuevas diputadas, aquella más alta, va de amarillo a todas las reuniones, replica la vecina taxista.
Por eso, con razón, en aquel ambiente irrespirable, contaminado de amarillo, los diputados del PP y Ciudadanos no aplaudieron el discurso de Maragall, ni el del nuevo presidente del Parlament, ni cantaron ese himno catalán de los payeses, Els segadors (aunque en este momento se levantaron como los demás, por cortesía institucional), añade la cuñada del dentista.
¿Unos demasiado catalanistas? ¡Pues anda que los otros no son españolistas ni nada!, exclama la sobrina de la peluquera.
No es lo mismo, contesta la vecina taxista.
Exacto, no confundamos, se puede decir más alto pero no más claro: una cosa es legal y la otra no, ¡y ya está bien de tanto lazo y tanta bufanda amarilla por ciudades y pueblos, ¡menos en Tabarnia!, responde la cuñada del dentista.
Las verjas del Parc de la Ciutadella estaban cubiertas de lazos amarillo, comenta la hermana del informático.
Por el barrio he visto más lazos que otras veces, ¿no serán traficantes o camellos que se disfrazan de amarillo para despistar y ocupar pisos como si fueran jóvenes okupas?, pregunta la vidente del barrio.
Mi madre, que vive en la zona de Tabarra, Tabarnia o Tabarria (esto es un lío), hoy se ha puesto ropa interior amarilla para dejar estupefacto y despedir a un novio francés partidario de Le Pen, Aznar y, ¡no se lo creerán!, del concordato español, bromea la hija de la bibliotecaria.
¿Aparecerá el famoso fugado de Bruselas (como dicen en la COPE) travestido como el Conde de Montecristo, o enmascarado como en los tebeos del Zorro, el Coyote, el Puma, el Jinete Enmascarado y otros espadachines con antifaz?, pregunta el humorista.
Gran personaje el de Dumas, El Conde de Montecristo, luchando por la verdad y la justicia, apunta el periodista en paro.
Eso me gusta, ¡marchando, una cerveza y una de calamares a la romana!, exclama la dueña del bar.
¡Más amarillo, no, por favor!, replica la cuñada del dentista.
¡Vale, que la cerveza sea anaranjada y los calamares a la romana sin huevo!, bromea la dueña del bar.´
¿Me pone una tapa de "botifarra d'ou" y patatas fritas?, pide un turista coreano.


sábado, 13 de enero de 2018

HAY CEPILLOS DE REBAJAS, AMARILLOS Y DE OTROS COLORES


¿Se han dado cuenta? Ahora está de moda dar abrazos que parecen auténticos cepillos, que te cepillan la espalda durante media hora, comenta la hermana del informático.
¡Mientras no te cepillen la cartera!, exclama la dueña del bar.
Mucho abrazo y luego te apuñalan por detrás, indica la vecina taxista.
Mi madre, por ejemplo, se cepilla un novio cada mes y no pasa nada, ella sigue tan fresca como una flor, apunta la hija de la bibliotecaria, riendo.
¡Vaya descaro, qué ejemplo!, censura la cuñada del dentista.
Hay cepillos y cepillos, para el polvo de los vestidos y de los zapatos, para el cabello, el cepillo o escobilla para suelos y lavabos, el cepillo de los dientes, el cepillo del carpintero, teníamos también el cepillo de las iglesias y los cepillos de las mesas petitorias del Domund, del Día del Cáncer y el Día de la Banderita o de la Cruz Roja, y un nuevo cepillo, vía impuestos generales, como en Dinamarca o Suecia, un cepillo que habrá que inventar para substituir a la hucha rota de las pensiones de este país, y dejar de torturar a los pensionistas sobre si las cotizaciones a la Seguridad Social suben o bajan según el nivel del paro y otros sadismos económicos, explica con energía el periodista en paro.
No me extraña que esté usted en el paro con estas ideas tan subversivas y a golpe de cepillo, replica el tendero de la esquina mientras se toma el segundo carajillo de "Ron Pujol", ah, no, perdón, de "Ron Negrita", bromea alguien.
Dicen que más de uno quiere cepillarse al vecino ruidoso de arriba o de abajo, dice la vidente del barrio.
Esto también ocurre en los trabajos y en la política y en medio mundo: ¡en cuanto te descuidas te cepillan!, advierte el politólogo.
Dime de qué democracia presumes y te diré quién eres, canta la nieta del anarquista.
Mientras no llegue la sangre al río..., canta el poeta romántico del barrio.
¡Muy cantarines y copleros están hoy!, dice la dueña del bar.
¡Cepillo que te cepillo, a ver si te pillo!, canta la sobrina de la peluquera.
¡Quien canta, su mal espanta!, exclama el humorista del barrio.
"Pues en mi casa tengo el cepillo amarillo / dentro de un pequeño submarino amarillo / que surca las aguas del Río Amarillo / para cepillar amores bajo la luna amarilla", canta la sinóloga del barrio.
¡Oiga, no sea tan descarada ni amarillenta!, replica la cuñada del dentista.


JORDI MARAGALL / EXPOSICIÓ SALA PARÉS / 2018

Fotografías: Martina Stein



Nueva etapa pictórica de Jordi Maragall, en la que el pintor se adentra en un espacio laberíntico de luz impactante, cuyo resplandor, al encarnarse en la tela contemplada por nosotros, parece insinuarnos que es visión, y, no sólo visión, sino revelación mistérica de lo oculto en la materia. 
Como si el artista, experimentando con el color, saliera a la búsqueda de nuevos matices, de nuevos colores y formas plásticas que revelen, en el espacio de una tela, de un cuadro, el contenido misterioso de un paisaje soñado, entrevisto en una visión. Un conjunto artístico, una serie de obras que conforman un peregrinaje paisajístico para quien las contempla, y cuya travesía, de tela en tela, desbordará los límites espaciales del cuadro y nos llevará más allá de los árboles y del mar, más allá del paisaje en sí de la naturaleza. Hasta alcanzar el tramo final de este camino, y desembocar al otro lado de la realidad, donde una combinación mágica de colores y formas en movimiento, en líneas que se  quiebran y se entrelazan, dan testimonio estético de un paisaje íntimo que se oculta bajo la luz y la forma del paisaje real, trascendiéndolo, ya convertido en arte. 
Esta magnífica exposición puede verse en la Sala Parés, desde el 11 de Enero al 5 de Febrero 2018.
Entre los numerosos asistentes a la inauguración, destacamos la presencia de Pascual Maragall, Xavier Rubert de Ventós, Ernest Maragall y Pere Maragall, entre otros. 

martes, 9 de enero de 2018

LA PROTESTA DE LAS CAZUELAS


Incluso lo publica el diario conservador ABC: "La palabra «cassolada», neologismo catalán del año 2017. Al término, existente ya en el diccionario, se le añadirá la acepción de «protesta colectiva en la que se hace ruido con cazuelas», comenta el politólogo del barrio.
¿La rebelión de las cazuelas?, pregunta la dueña del bar.
No digamos rebelión, que puede dar lugar a confusiones y disgustos. Es mejor decir: la protesta de las cazuelas, sugiere la vidente del barrio.
Siempre haciendo ruido y dando la nota, replica la cuñada del dentista.
Con tanta cazuela una ya no puede ni dormir, se queja la vecina taxista.
Concierto nocturno para olla, pote, cuchara y sartén, indica el humorista.
Es una manifestación pacífica, aunque sonora, contra el poder, apunta la nieta del anarquista.
La sobrina de la peluquera lee en el móvil: "Desde los primeros cacerolazos de los que se tiene registro, que tuvieron lugar en Argelia en 1961, este tipo de protesta se había circunscrito casi exclusivamente a Sudamérica, aunque posteriormente se la ha visto también en España, en donde se le llama cacerolada, y en Italia... En septiembre y octubre de 2017, en el contexto del proceso independentista catalán, en Cataluña, especialmente en Barcelona, se produjeron muchas caceroladas populares (cassolades)", según Wikipedia.
Es lo que se interpreta y suena a los cuatro vientos cuando no se "tiene la sartén por el mango", no se "corta el bacalao", ni se "maneja el cotarro", como advierte mi madre a sus novios, bromea la hija de la bibliotecaria.
Este 2018 se cumple medio siglo de las revueltas de Mayo del 68, advierte el periodista en paro.
¡Calle, calle, que con tanto alboroto no me dejaban escribir ni un soneto!, exclama el poeta romántico.
¿Usted en París?, pregunta la dueña del bar.
¡Será en la calle París, de Barcelona!, añade el humorista.
El poeta sonríe y hace una maldición gitana con los dedos.

¡Marchando, una de tapas a la cazuela..., con azafrán!, exclama la dueña de bar.
¿De qué color es el azafrán?, interroga la cuñada del dentista.




viernes, 5 de enero de 2018

CUANDO EL TÚNEL DEL FUTURO ES MÁS NEGRO AÚN


Obediencia, confesión, arrepentimiento, propósito de enmienda, contrición, penitencia, confirmación, comunión (religiosa y de ideas), adhesión inquebrantable, conjura, mal comportamiento, traición, desacato, sedición, otra vez arrepentimiento y penitencia, son palabras del vocabulario religioso (católico) y político (bajo palio) que se utilizaban a menudo durante la dictadura y que hoy parecen resucitar, comenta en el bar el politólogo del barrio.
Justo es, querido,  que se hable en estos términos, aun no habiendo dictadura, para dar forma a las declaraciones de los imputados por casos de herejía y rebelión, como indica mi marido, que es notario y sabe lo que dice, explica la cuñada del dentista.
Todo esto y mucho más es lo perpetrado, repito, perpetrado (otra palabra que no les gustará a los acólitos) por toda esa tribu de irresponsables separatistas, añade la vecina taxista que pinta de negro el amarillo de su taxi.
Hemos ido a votar otra vez y hemos perpetrado, como dice usted, la restitución democrática de los destituidos, ¿seremos acusados por mal comportamiento?, pregunta la nieta del anarquista pacifista.
¡Qué mal educada eres, niña, gamberrismo puro es lo que tenéis y ganas de tocar la pera!, replican a dúo la cuñada del dentista y la taxista del taxi descolorido.
En este 2017 he leído muchos titulares y comentarios con estas palabras que ustedes dicen, apunta la sobrina de la peluquera.
Cosas peores dicen los tertulianos y portavoces cuando se apasionan en contra del otro, del diferente, diga lo que diga, como hace mi madre con sus novios, explica la hija de la bibliotecaria.
¡Vaya ejemplo pecaminoso que tienes en casa, hija!, exclama la cuñada del dentista.
¿Peca..., qué?, pregunta una niña, sobrina de la dueña del bar.
En algunos foros se habla incluso de crímenes de lesa majestad, otra expresión de aquellos tiempos oscuros que ahora retorna implacable, comenta el periodista en paro.
La hermana del informático lee en el móvil: “En los países  republicanos, como la soberanía reside en el pueblo, el soberano es el pueblo. De manera que los delitos contra el pueblo son delitos de lesa majestad, porque son de lesa soberanía. Quienes atenten contra la seguridad del pueblo, incurren en delito de lesa majestad, porque el soberano es el pueblo”.
Lesa majestad, pero ¿qué significa “lesa”?, pregunta la hija de la bibliotecaria.
Leso, lesa: que ha recibido daño u ofensa, contesta el poeta romántico, claro y rotundo.
El futuro es un túnel, y aquí más negro aún, como en un chiste, dice el humorista.
¡Oiga, que ahora hace de vidente y me quita el sitio profesional!, bromea la vidente del barrio.
¡Qué tiempos estos, otra de calamares a la romana que no amarilleen, marchando!, exclama la dueña del bar.
¿No tienen mejillones de la costa mediterránea?, pregunta un turista coreano.
¡Ni mejillones ni huevos... de caviar!, contesta la vidente, un tanto agresiva.
Huevas, querrá decir huevas, mujer, que me espanta a los clientes, murmura la dueña del bar.


jueves, 4 de enero de 2018

¿A QUÉ LLAMAMOS “MALDITOS CATALANES”?

¿A qué o a quiénes (esto ahora es lo de menos) llamamos “malditos catalanes”?, pregunta en el bar un profesor en paro.
¿A los que fueron a votar en el referéndum y ahora se quejan de malos tratos, a los que están o pueden estar en la cárcel o en otro país, y a unos dos millones y pico de secuaces colaboracionistas que siguen votándolos?, responde con otra pregunta la cuñada del dentista.
Yo no lo hubiera dicho mejor, ratifica la vecina taxista que ha pintado de negro el amarillo de su taxi.
Pues sí, bien resuelto, señoras. Llamamos “malditos catalanes” a esos mismos a los que ustedes se han referido, no sin cierta cortesía, contesta el profesor en paro.
Sospechosos de mil y un crímenes, violadores de cualquier moral privada y social, justamente acosados y perseguidos por medios de comunicación, por gentes de otros partidos, sectas y misas, así como por el voluntariado de la calumnia y la lapidación y otras diversiones públicas, con la ayuda inestimable de toda persona de bien, digna de este nombre, con vocación de futuro católico, es decir, universal, añade un desconocido que toca la pandereta de Navidad y Año Nuevo.
Hay un turista belga que sale corriendo del bar, asustado por la falta de mejillones frescos del día, explica la dueña del bar.
Ya se sabe, dice la hermana del informático, en estas fiestas la política de tapas frescas se complica por los precios.
Lo mismo ocurre con los regalos inútiles de Navidad, indica el humorista.
Y en la peluquería, más de lo mismo, no paran de cantar ¡a por ellos!, me refiero a los regalos, dice la sobrina de la peluquera.
También a un novio de mi madre le ha entrado ahora afición por las películas carcelarias, apunta la hija de la bibliotecaria.
Como en los tiempos de mi abuelo, añade la nieta del anarquista.
Hay cosas que no cambian, dice el politólogo del barrio.
¡El hombre es un lobo para el hombre, si es que alguna vez ha dejado de ser una bestia, un animal de hombre!, exclama la vidente del barrio. (Con perdón de los animales: gatos abandonados, perros apaleados, monos enjaulados, caballos reventados, elefantes acribillados, ballenas arponeadas, jabalíes y pájaros cazados, palomas muertas y todos los animales exterminados por el civilizado pequeño gran hombre de la Tierra, exterminador de personas y animales), añade la vidente antes de salir del bar dando un portazo.











Fotograma de la película El proceso

miércoles, 3 de enero de 2018

¿ANTIPATÍA O FALTA DE EMPATÍA CATALANA?

Fotografía detallista del diario deportivo "Marca" (www.marca.com)

Hoy, 3 de Enero, el politólogo del barrio comenta en el bar: Los catalanes, hay que reconocerlo, nos hemos vuelto antipáticos para mucha gente del resto de España. Incluso, si hablamos de catalanes catalanistas, somos también antipáticos dentro de Catalunya, para aquellos catalanes que se consideran igual o más españoles que catalanes. Debemos reconocerlo y aceptarlo, no pasa nada: tenemos un problema de antipatía, o de falta de empatía, como suele decirse ahora.
¿No cree que frivoliza un poco hablando de antipatía y empatía, o falta de simpatía, como se decía antes? Si no fueran tan independentistas, tan exclusivistas y victimistas, siempre quejándose, esto no pasaría, confirma la vecina taxista.
Los vascos también son muy independentistas, tienen el llamado cupo económico, y, además, unos cuantos activistas, triste es recordarlo, con un pasado terrorista sangriento, y sin embargo, curiosamente, hablando en general, los vascos caen más simpáticos que los catalanes, aquí y en el resto de España, ¿o no?, pregunta el politólogo del barrio.
Será que unos, los vascos, se han vuelto más legalistas, mientras que ustedes se volvían cada vez más ilegales, y de ahí la cárcel y el supuesto exilio, replica la vecina taxista.
O tal vez es que molesta más y no se entiende la utilización de la lengua y la cultura como método de lucha y supervivencia, no sé, es una cosa que decía un novio machista de mi madre cuando hacía mofa de la cobardía catalana, explica la hija de la bibliotecaria.
Esto de la cultura como arma de defensa ya lo pregonaban mi abuelo y sus compañeros anarquistas contrarios a la violencia de la época, apunta la nieta del anarquista.
La hermana del informático lee en su móvil un párrafo de Internet, de un artículo del historiador Ferran Aisa, "Dinamita cerebral: Cultura, literatura, arte y poesía anarquista", www.lamalatesta.net): “Joan Mir i Mir, director del periódico “El Porvenir del Obrero”, recuperó en 1913 el título Dinamita Cerebral en una antología de cuentos anarquistas, en su prólogo decía: “El título de Dinamita Cerebral fue inventado por Josep Llunas i Pujals, antiguo internacional y editor del semanario catalán “La Tramontana”, como oposición a la violencia sistemática de los dinamiteros”. Es decir, a la violencia de aquel tiempo, anarquista y no anarquista, añade la nieta.
Sea por lo que sea, no caemos simpáticos, indica la sobrina de la peluquera.
Habrá que reflexionar y promocionarnos de otro modo, pero no sé cómo, opina la vidente.
Quizá mediante la poesía catalana, ¿no?, sugiere el poeta romántico del barrio.
Usted siempre con los del gremio, se ríe la dueña del bar.
¿Falta de empatía? Un problema que viene de lejos y habrá que “conllevar”, como recetaba don Ortega y Gasset: no caemos simpáticos, apunta la librera del barrio.
Antipatía, empatía, todo lo que ustedes quieran y más, pero lo cierto es que hay unos escribiendo en la cárcel y otros en el exilio o como lo quieran llamar, replica el periodista en paro.
¿No será todo pura envidia por la playa, el cava, la butifarra, los frescos románicos (algunos en discusión en plena Navidad), Gaudí, el Barça, Messi, el lazo amarillo de Pep Guardiola, Sant Jordi y "Anís del Mono"?, pregunta el humorista.



lunes, 1 de enero de 2018

CUENTO DE NOCHEVIEJA: "LAS MALDITAS 12 CAMPANADAS, O LA LOCURA DE UNA NOCHE NO CAMBIA NADA"


Había una vez un vecino tan solitario y tan descreído del género humano, que cuando llegaban días de fiesta y celebraciones extraordinarias, como por ejemplo la Nochebuena, preparaba la mesa y descorchaba una botella de champán para celebrarlo a solas, sin presencia humana. Ni tampoco animal, desde que murió su gato Lilí (ignoramos por qué el gato tenía nombre de gata de cine).
Pero el colmo de la soledad llegó una Nochevieja, cuando decidió taparse los oídos con cera para no escuchar las malditas 12 campanadas. Y así viene haciéndolo desde entonces, impertérrito, con una sonrisa cada vez más monstruosa cuando un vecino u otro ser humano pasa por su lado.
¿Habrá que avisar al psicólogo que tiene consulta en la acera de enfrente, del cual dicen que es un nadador trimestral, pero de un solo trimestre al año porque nada los meses de diciembre, enero y febrero, y el resto del año toma baños de agua caliente?, pregunta el vecino del 1º1ª, que es orador, poeta y tertuliano en centros cívicos.
Lo decidiremos en la próxima reunión de la comunidad de propietarios, notifica el del 4º2ª, que es vicepresidente de la comunidad, jugador de billar y agente forestal en paro.