miércoles, 30 de septiembre de 2015

LAS VARAS DE MEDIR, CAJAS DE CARTÓN, DOSTOIEVSKI Y ANDREU NIN

unoseis.wordpress.com
La Justicia debe ser independiente, y seguramente es una casualidad, como dicen algunos medios, lo del 75 aniversario del fusilamiento de Companys el mismo día en que el imputado por presuntos delitos tenga que ir a declarar, explica el politólogo del barrio.
¡Ahora sí que hablan de independencia!, ironiza la sobrina de la peluquera.
Pues algunos, como Miguel Ángel Rodríguez, consultor de comunicación y antiguo portavoz del gobierno de Aznar, escriben que todo esto es como un fusilamiento de broma, y que ya le parece bonito al imputado Mas, dice el periodista del barrio. 
¡Y todo por ser irresponsable y ponerse a fabricar cajas de cartón sin el debido permiso!, dice la cuñada del dentista.
Urnas, señora, no cajas de cartón, contesta el poeta romántico.
La hermana del informático abre el portátil y lee en Wikipedia: "Urna: Una urna electoral es un recipiente temporalmente sellado, generalmente en forma de paralelepípedo, aunque a veces es tan solo una bolsa resistente. Tiene una ranura estrecha, generalmente situada en la parte superior, que es lo bastante larga como para permitir el paso de una papeleta de voto en unas elecciones. Esta ranura, no obstante, impide que cualquier persona pueda tener acceso a los votos introducidos hasta el cierre del período de votación."
 Ya era hora, por fin interviene la Justicia, en mayúsculas, como debe ser, indica la fiscal del barrio.
Por favor, no hablemos de fusilamientos falsos, que a Dostoievski, mi novelista preferido, le hicieron uno que ya nunca pudo olvidar, comenta la dueña del bar.
En casa tengo un ejemplar de Crim i càstig, traducida por Andreu Nin, recuerda la librera del barrio. 
Donde esté la Justicia en mayúsculas, que se quite la Política en mayúsculas, dice un cliente desconocido.
Otra vez a ir de víctimas, para presionar y reclamar caceroladas, abrazos en el campo del Barça, y que escritores como Julià de Jòdar, diputado de la CUP, o activistas como el Fernández aquel, se pongan al lado del imputado, advierte la fiscal del barrio.
Acción de la Justicia (a falta de Política), y acciones populares (caceroladas, manifestaciones) a falta de política, escritas las primeras en mayúscula y las segundas en minúscula. Doble vara de medir, comenta el cliente desconocido.
¿Y tanto lío por unas miles de cajas de cartón?, pregunta el pitagórico del barrio
Un novio de mi madre era hijo de un fabricante de cajas de cartón, indica la hija de la bibliotecaria.
¡Con ranura o sin ranura!, exclama el humorista.
¡No sea obsceno, que estamos hablando de asuntos serios, cajas de cartón y cacerolas!, responde la cuñada del dentista.
"Quien calla, otorga", decía mi abuelo, interviene la nieta del anarquista.

martes, 29 de septiembre de 2015

AGUA SALADA EN MARTE, AGUA SALADA EN LA TIERRA, Y UN BUEN POEMA RELAJANTE

NASA, fotografía de Marte








La NASA nos informa que han encontrado corrientes de agua salada en Marte, dice la sobrina de la peluquera.
¿La han probado ya?, pregunta la dueña del bar.
Para chorros de agua salada, los que Aznar le manda por carta a Rajoy, comenta el politólogo del barrio.
"Sapore di sale, sapore di mare", una canción de Gino Paoli, dice la hermana del informático.
Aquí seguimos con lo nuestro, que si Catalunya, que si España, que si el euro, ¿y el paro?, ¿y los que huyen de la muerte, ahogados en el mar? (aquí tienen agua salada, señores, agua salada para dar y vender), ¿y la armas de fabricación occidental probando su eficacia en el segundo, tercer, cuarto o quinto mundo?, pregunta la nieta del anarquista.
No seas tan pesimista, chica, ya sabemos que en todas partes cuecen habas, pero debemos sentirnos orgullosos de nuestra Europa, que respeta aún el Estado del Bienestar, pese a todo, responde la cuñada del dentista.
¿Perdone?, será el estado del bienestar de unos cuantos, que siempre han estado bien, y de ahí el estado del bien-estar, replica el humorista.
Habría que prohibir por ley las opiniones catastrofistas de pesimistas y aguafiestas, sugiere la fiscal del barrio. ¡Nunca habíamos vivido mejor que ahora!
¡Peor estaríamos con esos indignados y anarquistas, que siempre van de puros y a la menor ocasión te quitan el piso y la silla!, protesta la cuñada del dentista.
No diga barbaridades, en todo caso ocupan viviendas abandonadas y casi en ruinas. Además mi abuelo, anarquista pacifista, como ya sabe, jamás quitó nada a nadie, pero a él sí que le quitaron media vida, replica la nieta del anarquista.
Vale, vale, que haya calma, que estamos todos muy alterados y mejor sería que leyeran poesía relajante, indica el poeta romántico.
¡Usted siempre con los de su gremio!, se ríe la librera del barrio.
Gremio o secta, ¡porque hay cada uno con navaja pequeña, de bolsillo!, como dice mi madre, comenta la hija de la bibliotecaria.
¡No lo dirá por nuestro amigo, el poeta, que es más lírico, de flor en el ojal,  que épico y guerrero!, ironiza el humorista del barrio.
¡Estos son los peores!, contesta la hija de la bibliotecaria.
A palabras necias..., musita el poeta romántico.
Agua salada, agua salada..., ¡aquí un buen carajillo y se acabó la broma, como dice aquél!, sentencia la dueña del bar.

lunes, 28 de septiembre de 2015

POR UN SÍ, POR UN NO, Y LOS PREMIOS NACIONALES DE POESÍA

Señores, esto ya está cantado, quiero decir que lo cantaron ayer: 
Los noes han ganado este referéndum, lo han ganado en número de votos, y para ellos es el Premio Soberano de Poesía, tal como afirman los miembros del jurado favorables al No, sostiene la cuñada del dentista, guiñando un ojo al poeta romántico del barrio.
Vamos a ver, si los noes siempre han dicho y redicho que esto no era un referéndum, que era y es innegociable y que ha estado, está y estará prohibido siempre hacer un referéndum sobre el Premi Sobiranista de Poesia, y que es obligado y de ley, por el contrario, celebrar el Premio Soberano (o Autonómico) de Poesía, cabe deducir que, según estas bases jurídicas del premio, son los síes los que han ganado el Premi Sobiranista de Poesia por amplia mayoría, explica el politólogo del barrio.
¿Por qué dice Premi Sobiranista y no Premi Sobirà?, pregunta la sobrina de la peluquera.
Para no caer en la traducción literal, querida, contesta el pilitólogo.
En todos los premios de poesía y otros concursos, y más cuando son nacionales, ya es tradición que los que pierden digan que son ellos los que, en realidad, han ganado, y el que ha ganado es quien realmente ha perdido, y todo por un sí o por un no de alguien del jurado. Lo sabe todo el mundo, y es profecía, advierte el poeta romántico del barrio.
Los noes han ganado legítimamente por votos, es decir, en referéndum, el Soberano de Poesía, y lo síes han perdido el Premi aunque hayan ganado legalmente por diputados del verso. Pero no es ahora el momento de entrar en discusiones jurídicas, sino que hay que brindar a la salud de los que han ganado en buena lid el referéndum y han obtenido, por votos, el Premio Soberano de Poesía, comenta la fiscal del barrio. 
¿Pero que no estaba prohibido el referéndum, contar los votos legítimos, y por eso ha sino necesario y forzoso celebrar unas elecciones autonómicas y contar los diputados del verso, como reclaman las bases constitucionales de los Premios Soberanos de Poesía?, pregunta el humorista. 
¡Antes querían un referéndum y contar los votos, y ahora no lo quieren y reclaman la aplicación de la ley vigente y contar los diputados del verso! ¡No hay quién les entienda!, se queja la cuñada del dentista.
Esto es de malos perdedores, ¡ahora van con la ley en la mano y sin saber interpretarla!, añade la fiscal del barrio.
Ya se lo decía un novio a mi madre: Un sí es un no y un no es un sí, depende de las circunstancias. Era uno que salió corriendo cuando mi madre le atizó con la Odisea en la cabeza, cuenta la hija de la bibliotecaria.  
Así, pues, ¿quién ha ganado el premio nacional?, pregunta la dueña del bar.
Legalmente, según la Constitución, los síes, mediante el número de diputados del verso, han ganado el Premi Sobiranista de Poesía, afirma el pitagórico del barrio.
¡No, señor, reclamamos un referéndum y contar, no diputados, sino número de votos, contar y contar!, exclama la fiscal del barrio.
Eso es, exigimos un referéndum, es ahora el momento justo de hacerlo, y no antes, como querían los otros!, indica la cuñada del dentista.
Si lo hubieran hecho en su momento, con pragmatismo inglés, quizá los noes habrían ganado el Premio Soberano del No de Poesía, y ahora, los del anti-referéndum, no reclamarían un referéndum y contar el número de votos favorables al No de la Poesía, indica el politólogo. 
Ni esto ni aquello, sino todo lo contrario, y con la cantante calva que no aparece nunca en escena, dice la nieta del anarquista.
La cantante calva, dices, ¿te refieres a la obra de Ionesco?, pregunta la librera del barrio.
¡Ni Ionescos ni cantantes calvas ni leches desnatadas, un referéndum es un referéndum y a contar votos toca!, contesta la cuñada del dentista.
¡Aplíquese la ley vigente y cuéntense los votos y no los diputados del verso, que este lío poético es plebiscitario y no autonómico, como ya van diciendo todos los medios y tertulianos que por fin han visto la luz!, ironiza la nieta del anarquista.
¡No confundamos, por favor, a la opinión pública: en los referéndums como éste se cuentan los votos, y en las elecciones que haremos en Diciembre contaremos  los diputados!, advierte la fiscal del barrio.
¡Demasiado tarde han visto la luz!, salta la sobrina de la peluquera.
Si no le gustan estos principios, tengo otros en el bolsillo, dice el humorista del barrio.
¡Y a mí que nadie me da ningún premio de poesía, ni del Sí ni del No!, concluye el poeta romántico.
¡Es que usted, perdone, es un solitario, un inadaptado como aquel James Dean, y así no hay quien gane nada!, exclama la dueña del bar, riendo.



domingo, 27 de septiembre de 2015

UN POEMA DE GABRIEL FERRATER

En homenaje a los ausentes, un cliente del bar lee un poema de Gabriel Ferrater, antes de ir a votar tranquilamente, sin amenazas, y mañana será otro día, dice, pase lo que pase -y esperemos que sin nuevas amenazas, añade la nieta del anarquista.

LA VIDA FURTIVA

Segurament serà com ara. Estaré despert,
aniré amunt i avall pel corredor. Com un minador
que surt d'un pou, em pujarà
des del silenci de tota la casa, brusc,
el ronc de l'ascensor. M'aturaré a escoltar
el bufeteig de portes de metall, i els passos
del replà, i endevinaré l'instant
que arrencarà a tremolar l'angúnia del timbre.
Sabré qui són. Els obriré de seguida. Tot perdut,
que entrin aquests, a qui ho hauré de dir tot.


LA VIDA FURTIVA

Seguramente será como ahora. Estaré despierto,
iré arriba y abajo por el pasillo. Como un minador
que sale de un pozo, me subirá
desde el silencio de toda la casa, brusco,
el ronquido del ascensor. Me detendré a escuchar
el abofeteo de puertas de metal, y los pasos
del rellano, y adivinaré el instante
en que empezará a temblar la angustia del timbre.
Sabré quienes son. Les abriré en seguida. Todo perdido,
que entren estos, a quienes tendré que decírselo todo.




sábado, 26 de septiembre de 2015

SILENCIO, SE RUEDA (JORNADA DE REFLEXIÓN)


Cardenal Cañizares en la vigilia por España: “Dios quiere unidad” | Comunidad Valenciana | EL PAÍS

Como ha explicado muy bien el cardenal arzobispo Cañizares, en una vigilia de oración en Valencia ante miles de fieles, Dios quiere la unidad, no quiere la independencia y apuesta por la unidad española. Por eso hoy, que es jornada de reflexión, hay que rezar por ello, por la sagrada unidad, comenta la cuñada del dentista.
El cardenal don Antonio Cañizares, hombre recio donde los haya, no se desvía del camino de Dios y es consecuente con la carta pastoral que publicó hace unos días, titulada Orar por España y su unidad, ¡y no como otros que viven en Solsona!, añade la fiscal del barrio.
¡Santo Cielo, el Camino, vaya librazo, ya no me acordaba!, salta la cuñada del dentista.
Y que todo el pueblo diga: Amén,  señala la sobrina de la peluquera.
Esto me suena a Espriu, Salvador Espriu, un poeta catalán, dice la librera del barrio. 
¡Ni señor Espriu ni leches!, (perdonen), recemos unidos y punto, replica la cuñada del dentista.
No sabía que Dios era unionista, dice la hermana del informático.
Usted es muy joven y ya se ve que no ha ido nunca a catequesis, señala la fiscal del barrio.
Sí, mujer, eso de la Santísima Trinidad, padre, hijo y espíritu santo, explica el politólogo del barrio.
¿Como la Sagrada Familia?, pregunta la hermana del informático.
No, no, éste es otro tema, no confundamos el dogma de la naturaleza de Dios, que es la Trinidad, con la Sagrada Familia,  que es padre, madre virgen e hijo, responde el politólogo.
¡No me toque la virginidad, o acabaremos mal!, contesta la fiscal del barrio.
Cuidado con la Sagrada Familia, las esculturas de Subirachs, el Papa Francisco, Barcelona y el turismo, que nos meteremos en otro charco informativo, advierte el periodista del barrio.
3 en 1, responde el pitagórico del barrio.
"3 en 1", un lubrificante para cerraduras atascadas, recuerda la dueña del bar. 
"Tres en uno" es lo mejor, como los novios de mi madre, añade riendo la hija de la bibliotecaria.
Obscenidades, blasfemias y desacatos, ¡vaya educación que les dan!, exclama la fiscal del barrio.
Tres en uno, y un resfriado de otoño: "Dios no existe, Marx ha muerto, Dylan canta a Sinatra, y yo me siento resfriado", he leído escrito en una pared, comenta el humorista.
¡Graffitis, ahora me vienen con graffitis en las paredes, otra infracción más!, salta la fiscal del barrio.
"¡Silencio..., se rueda!", una serie de TV de Adolfo Marsillach, recuerda el poeta romántico.
Pues eso, ¡silencio, se reza, y punto y coma!, exclama la cuñada del dentista.
Silencio, que ruede o rece quien quiera, ¡pero antes o después de tomarse una buena cerveza!, añade la dueña del bar.

jueves, 24 de septiembre de 2015

EL CORRAL DE COMEDIAS, LÍO DE TRADUCTORES, "INCERTA GLÒRIA" Y LA REVISTA "HOLA"


El periodista del barrio, que no es periodista, sino diseñador gráfico, dibujante de cómics, gran lector de periódicos y aficionado a los telediarios y tertulias, de ahí que en el barrio le llamen el periodista, entra en el bar y nos lee titulares del diario "El País" sobre el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, que si "corralito", que si "altamente improbable" o "casi imposible"...
La fiscal del barrio, que no es fiscal, sino subdirectora de una sucursal bancaria, pero aficionada a la lectura de noticias sobre tribunales, procesos, resoluciones jurídicas, etc., y de ahí que sea conocida como la fiscal del barrio, responde al periodista del barrio con el diario ABC en la mano, en portada el ministro de Justicia.
La nieta del anarquista, por su parte, dice que ha escuchado por radio una noticia sobre un corralito, que no es corral de gallinas sino corral de comedias, con palabras bloqueadas y mal traducidas al castellano por alguien de la Comisión Europea, un párrafo a la que una mano misteriosa le ha añadido un párrafo falso, "error interno" que muchos medios y locutores resaltaron como gran verdad dramática del oráculo europeo sobre la calle Vía Layetana o Via Laietana. 
El corralito, pues, no es corralito, ni tampoco corral de gallinas, sino corral de comedias donde cada quien traduce como más le conviene, comenta el politólogo del barrio, el cual no es politólogo sino agente de seguros, aficionado desde joven a leer las crónicas parlamentarias  del diario "La Vanguardia". 
El poeta romántico, que es poeta en casa y fuera de casa, calla y se toma una aspirina.
La nieta del informático canta lo último de Shakira, para olvidar, dice, que el Barça ha perdido por 4 a 1 frente al Celta de Vigo.
La cuñada del dentista se toma un segundo carajillo de Soberano.
La sobrina de la peluquera se ha comprado una figurita de pastor, un "caganer" sobiranista, para el belén de la próxima Navidad.
Mi abuela tenía un corral de gallinas y conejos, aquellos animales me hacían reír cuando comían, y por eso soy humorista, picoteando aquí y allá, masticando la actualidad e intentando digerirla bien en el circo donde trabajo.
¿Y el domingo, que no dicen nada sobre este domingo?, pregunta la dueña del bar.
Incerta glòria, una novela de Joan Sales sobre la que van a hacer una película, y en otro libro, El llac dels signes, de Miquel de Palol, hay un guión de esta novela, comenta la librera del barrio.
¡Nada de gloria incierta ni películas, ganará el no, por supuesto!, afirma la cuñada del dentista.
¡Ganará el sí!, responde la sobrina de la peluquera.
¡Uno que se va a la playa este finde, señoras y señores, y ya me lo contarán!, informa el periodista del barrio.
Gane quien gane, que haya paz y concordia, como dicen reyes, obispos y el Papa Francisco desde La Habana, sentencia la fiscal del barrio.
¿Han visto las fotografías de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en la revista "Hola"?, pregunta la dueña del bar.
Mi madre leía las revistas "Hola", "Fotogramas", "Garbo", "Semana", "Lecturas" y "Diez Minutos", mientras yo leía tebeos "Azucena", la "Florita", "Claro de Luna", el "Pulgarcito", y ahora vendo novelas históricas, románticas y de crímenes nórdicos, y poca poesía y muchos cómics, explica la librera del barrio.
¡Pues anda que sí, que mi padre era pescador y cantor de coplas, como Antonio Molina, y yo que me voy a Barcelona, trabajo, me caso y aquí estoy, moliendo café, como Guardiola, no Pep, sino José, el cantante!, dice la dueña del bar.
¡Igual que mi madre, la bibliotecaria, que se vino a la ciudad con un novio de Lleida, se casó con otro de Barcelona, se separó y se lió con uno de Girona, luego vino el de Santiago de Compostela y otro de Palma de Mallorca , y ahora creo que anda con uno de Reus o Tarragona, cada uno más bobo que el anterior, que es un no parar, la pobre, "contigo al fin del mundo"!, salta, ríe y canta la hija de la bibliotecaria:

Contigo al fin del mundo,
contigo yo me iría
cruzando las montañas,
los ríos y el mar. 


miércoles, 23 de septiembre de 2015

EL CLUB DE LAS NOVIAS, LA CARTA A EUFEMIA, NUNCA BAILES EN DOS BODAS A LA VEZ, Y UN CAFÉ SOLO

Fotografía: Janet Xirgu, "Tienda de vestidos de novia en el Carrer Nou (Ciutat Vella)"



¿Los de "Pronovias" también se van?, pregunta la dueña del bar.
Rumores, técnicas de venta y rumores, responde el politólogo del barrio.
Si nos dejan la banca y las futuras novias "con posibles", no habrá matrimonios felices, con inversiones, y no podremos procrear hijos para el futuro del país, advierte la fiscal del barrio.
Mi madre, la pobre, hipnotizada por otro de sus novios tarambanas, quería comprarse ahora un vestido de novia, ¡menos mal que también entra en crisis el vestido de novia!, se ríe la hija de la bibliotecaria.
Recuerdo títulos de novelas con novias, dice la librera del barrio: Frankie y la boda, Bodas en casa, Nunca bailes en dos bodas a la vez, Un cadáver para la boda, El casamiento engañoso, Boda en el Delta, Las tres bodas de Manolita...
¡No olvide La novia del poeta, de Antonio Skármeta!, salta el poeta romántico.
Querrá decir La boda del poeta, corrige la librera del barrio. 
¡Ah, bueno, perdone!, se resigna el poeta olvidadizo.
¡O La boda, oigan, La boda, de Ángel María de Lera, mi autor predilecto!, salta la cuñada del dentista.
Carta a Eufemia, es un corrido mexicano muy divertido, dedicado a una novia, cantado por Pedro Infante, recuerda la dueña del bar.
¿No es "El corralito" lo que canta el Banco de España?, pregunta la sobrina de la peluquera.
Para corralito y corrido (corrido mexicano, no confundamos), el que canta el conservador lord Ashcroft sobre la ceremonia de la iniciación del señor Cameron en un club universitario, el cual, según cuenta el lord, introducía "una parte privada de su anatomía" en la boca de un cerdo muerto, comenta el politólogo del barrio.
¡Vaya boda más extraña!, exclama la dueña del bar.
Ah, cosas de los ingleses retorcidos y sus clubes y granjas, advierte la fiscal del barrio. 
Nosotros nos enfrentamos de cara al toro y a los otros cuadrúpedos, pero vivos, sin hacer estas porquerías con cerdos muertos, sino toreándolos, lanceándolos, noble y deportivamente, explica la cuñada del dentista. 
O, de manera más remilgada, como hacen estos de aquí, prendiendo fuego  en cuernos y rabos, pero nada de cerdos muertos, añade la fiscal del barrio. 
No hay color, ¡donde esté la sangre del toro bravío, que se quite la zorra, digo, la caza del zorro!, exclama la dueña del bar.
¡Esto sí que es "soberano" de primera, y no lo que quieren otros!, replica el humorista.  
"Bon vent i barca nova!", canta la hermana del infromático, interrumpiendo el hilo taurino y soberano.
¡Otra vez con la misma gaita!, ¡póngame un carajillo de "Veterano", que esto no hay quien lo aguante!, dice la cuñada del dentista.
Otro para mí, pero que no sea de ron "Pujol", advierte el humorista del barrio.
Para mí otro, de "Sobiranista", digo, de "Soberano", dice la sobrina de la peluquera.
Un café solo pero largo, por favor, que tengo jaqueca, pide la nieta del anarquista.
¡Marchando, flotilla de carajillos y café solo largo!, indica la dueña del bar.
















lunes, 21 de septiembre de 2015

LA BANCA, EL LOBO, LAS CARTAS, EL VIENTO, LA BARCA Y EL ESTADO DEL HUMOR

Pedro Infante, "Carta a Eufemia"

Entra en el bar el politólogo del barrio, leyendo el periódico y riendo, y dice que ya tenemos respuesta poético-musical al oráculo de la Banca: "¡Bon vent i banca nova!" 
Así no se puede dialogar ni hablar en serio: "¡Buen viento y barca nueva!", ¡vaya ocurrencia!, exclama la cuñada del dentista.
Señora, banca, no barca, hay que cantar "Bon vent i banca nova!", que no se entera, rectifica la sobrina de la peluquera.
¡Vayan riendo, vayan, sigan embarcados en el Estado del Humor, como decía aquel otro, Buenafuente, que sabrán lo que vale un peine!, advierte la fiscal del barrio.
"Ríanse, ríanse, que en el festival de la estupidez aún hay espectáculo para rato", como dice Gregorio Morán en "La Vanguardia" de este sábado, añade la cuñada del dentista.
¡Y el Llach de Itaca, que se nos va al Senegal a tocar el bombo si no le votan, ha dicho Elvira Lindo en "El País"!, exclama el periodista del barrio.
(Han entrado en el bar dos clientes desconocidos, un hombre y una mujer, que al escuchar estos dos últimos comentarios, intervienen con cierto arrebato.)
Dice el hombre: El artículo de "La Vanguardia" que menciona la señora se titula "Unas elecciones de trileros", y acierta cuando dice que el mítico Rafael Casanova fue "uno de los cobardes más notables de la Catalunya contemporánea".
¿Contemporánea?, debe equivocarse y tratarse de otro Rafael, quizá algún vecino, ¿no?, pregunta el politólogo del barrio.
Nada de ironías, que éste fue uno que salió huyendo cuando fue herido (herido, otra fantasía), explica la mujer, y añade: Como fantasean con Macià y Companys, otros dos masones y vividores del pesebre o, mejor dicho, abrevadero.
¡Señora, que Companys fue detenido,  torturado y fusilado, esto que dice usted es una calumnia, una ignominia de la peor especie!, contesta la librera del barrio.
Ya, ya, ¡siempre con el victimismo!, exclaman a dúo el hombre y la mujer, y ambos salen del bar dando un portazo.
¡Vaya pareja, qué desparpajo, qué análisis, esto encuentro a faltar entre nosotros!, celebra la cuñada del dentista. 
Por favor, basta de odios, difamaciones y campañas del miedo, que esto no es el Apocalipsis, y ya estamos curados de sustos y espantos, indica el poeta romántico.
¡Sigan contando y riéndose del cuento del lobo, sigan, que se van a quedar sin banca y sin corderos!, replica la cuñada del dentista.
¡Que viene el lobo!, un cuento que aún se edita, apunta la librera del barrio.
Menos mal que han entrado en escena las nuevas tecnologías de Pedro Sánchez, con cartas y llamadas telefónicas a la prima, al cuñado, a la suegra, a la sobrina y al yerno de Barcelona, comenta la hermana del informático.
¡Cuidado, que el cartero siempre llama dos veces, y nunca se sabe quién te escribe!, advierte la dueña del bar.
Pues mi madre tiene un novio que está esperando carta de Pedro Sánchez, informa la hija de la bibliotecaria. 
Será militante del PSC, ¿no?, pregunta el periodista del barrio.
Qué va, éste sólo milita en el ligue de maduritas de buen ver, responde la hija de la bibliotecaria.
Ah, si son de buen ver, yo me apunto, salta el pitagórico del barrio.
A mí no me ha escrito Pedro Sánchez, ¿será un retraso de Correos?, pregunta el humorista.
"Carta a Eufemia", es un corrido mexicano muy divertido que canta Pedro Infante, recuerda la dueña del bar.
"El corralito" es lo que canta el del Banco de España a los catalanufos, bromea la hermana del informático.
Para corralito y corrido (corrido mexicano, no confundamos), el que canta el conservador lord Ashcroft sobre la ceremonia de la iniciación del señor Cameron en un club universitario, que consiste en introducir, dice este lord, "una parte privada de su anatomía" en la boca de un cerdo muerto, explica el politólogo del barrio.
Ah, cosas de los ingleses retorcidos y sus clubes y granjas, advierte la fiscal del barrio. 
Aquí..., bueno, aquí no, que está prohibido, pero allí o allá somos más recios y robustos, nos enfrentamos noblemente al toro y a los otros cuadrúpedos, pero vivos, no muertos, y sin hacer estas porquerías, sino toreándolos, lanceándolos..., o, como aquí, ahora sí, como aquí, que son como los de allí o allá, pero más remilgados, encendiéndoles los cuernos y rabos, pero también en vivo, noble y deportivamente, comenta la cuñada del dentista. 
No hay color, ¡donde esté la sangre del toro bravo, que se quite la caza del zorro!, exclama la dueña del bar.
¡Esto sí que es "soberano", y no lo que quieren estos de aquí, pero no los de allí o allá!, replica el humorista.  
"Bon vent i barca nova!", un estupenda canción de Ovidi Montllor, interrumpe la hermana del informático.
¡Otra vez con la misma canción!, ¡póngame otro café descafeinado, que esto no hay quien lo aguante!, dice la cuñada del dentista.
¡Marchando, flotilla de cafés!, avisa la dueña del bar.

viernes, 18 de septiembre de 2015

OBAMA, EL REY, LA TRADUCTORA Y EL JAMÓN

Ferreres (elperiodico.com)

En el bar, el politólogo del barrio lee el diario ABC en voz alta: 
"Cuando le llegó el turno a la traductora, ésta tradujo las palabras del presidente de otra manera. «Sé que siempre tendremos una relación más fuerte y unida». El desconcierto de Felipe VI al oír la frase en español (minuto 11.40) se refleja claramente cuando se gira y mira de reojo a la delegación española." 
¿Se equivocó la paloma, como cantaba Joan Manuel Serrat, o fue la traductora?, pregunta la hermana del informático. 
¡Nada, nada, todo salió bien, y Obama bien se merece un jamón serrano, que es muy "salao"!, dice la cuñada del dentista.
O un jamón ibérico, que no estamos para grandes dispendios, indica con sorna la hija de la bibliotecaria.
Mientras sea con denominación de origen, incluso estaría bien un "presunto jamón ibérico" portugués, de Chaves (no confundir con el político) o de Alentejo!, exclama el humorista del barrio.
¡Cuidado con tocarme la denominación de origen o la Junta Electoral Central!, advierte la fiscal del barrio.
¿Y cien gramos de jamón en dulce o de York?, que no estamos para muchos gastos, sugiere la nieta del anarquista.
¡Marchando, una tapa, una flotilla de jamón del país!, vocifera la dueña del bar. 
¡Cuerpo a tierra, que viene la flotilla del Parnaso, diría Cervantes!, exclama el poeta romántico del barrio.


jueves, 17 de septiembre de 2015

¿PODEMOS O NO PODEMOS?, ORTEGA Y GASSET, OVIDI MONTLLOR, "ESTRELLA" Y "TÍO PEPE"

"El humor de Ferreres" (elperiodico.com)
En Catalunya también las elecciones son diferentes, ¡qué manía con la diferencia que tenemos aquí!, dice la cuñada del dentista.
Cuando las derechas e izquierdas españolas, con delegación y representación en Catalunya, vienen a hacer sus mítines y hablan del "problema catalán (ese problema que siempre habrá que "conllevar", según argumentaba Ortega y Gasset") -explica el politólogo del barrio-, siempre acaban coincidiendo en su diagnóstico médico sobre los delirios y alucinaciones que dicen que padece el pueblo o gran parte del pueblo catalán.
Enfermedad visionaria, pandemia, epidemia o peste, según cada político, tertuliano o articulista, apunta la nieta del anarquista.
Epidemia que ellos califican de "virus o síndrome de Mas", como si antes no hubieran existido Prat de la Riba, Francesc Macià o Lluís Companys, éste fusilado precisamente por haber sido presidente de Catalunya y republicano. Entre otro muchos, dice el pitagórico del barrio.
No exagere, que siempre estamos con lo mismo, siempre la misma canción, salta la fiscal del barrio. ¡Qué quieren ahora, otro proceso y hacerse más las víctimas!, añade fuera de sí.
La mala memoria histórica tiene esas lagunas interesadas, dice la hija de la bibliotecaria. ¡Como le ocurre a mi madre con los novios, que la agobian y no recuerdan que están casados por la madre iglesia!
¡No me extraña que hayas salido así, hija, con la cabeza a pájaros!, dice la cuñada del dentista.

Mejor volar que arrastrarse, "¡bon vent i barca nova!", como cantaba Ovidi Montllor, canta la sobrina de la peluquera.
Música y letra de Ovidi Montllor. Me parece que esta canción está incluida en un disco donde también hay poemas de Vicent Andrés Estellés, Joan Vergés y François Villon, recuerda el poeta romántico.
¡Ah, el valenciano Estellés!, exclama la fiscal del barrio.
Pues está en casi todas las antologías modernas de poesía catalana, informa la librera del barrio.
Señoras y señores, por favor, ni horchata ni Aromes de Montserrat a estas horas del vermut, sino una buena cerveza, aconseja el humorista del barrio. 
¡Marchando, otra cerveza!, exclama la dueña del bar.
¡Para mí, una "Estrella"!, pide la hermana del informático.
Pues para nosotras dos, ¡nada de cervezas, un "Tío PP", digo, un "Tío Pepe"!, replican la cuñada del dentista y la fiscal del barrio.



miércoles, 16 de septiembre de 2015

TEATRO DE CALLE, LA FUENTE DE KAFKA, Y OTRAS PARADOJAS

Fotografías: Matilda Sagan, El peregrino de las palabras

Un artista de calle, anónimo, merodea desde hace años por las calles del Barrio Gótico de Barcelona, llevando una pequeña pancarta de protesta. No pide nada a nadie, pero a veces pasa por nuestro lado hablando en voz alta, sonriendo, y nos advierte, con mirada satírica, sobre el consumismo, la pobreza y la miseria en nuestras ciudades modernas. Sus acciones teatrales y papelitos escritos, nos hablan del abandono del individuo, de la contaminación, de la suciedad de las calles, de la locura del turismo cuyos viajes no van a ninguna parte, de la corrupción de la política, de la corrupción de las palabras. En suma, nos señala, en letras grandes y pequeñas de protesta, todo lo que día a día se contamina y se prostituye en nuestra sociedad.  
Abre o intenta abrir los ojos de los transeúntes que pasan, mostrándoles frases satíricas en inglés, paradojas en castellano y en catalán escritas en la pequeña pancarta que siempre lleva consigo. Sin olvidar las palabras colgadas de su chaleco o pegadas en el sombrero, o dentro de una caja, como podemos observar en la fotografía. 
Siempre arriba y abajo con su teatro de calle, con sus acciones de protesta callejera. Saludando, entregando a los transeúntes que se le acercan unos papelitos escritos, regalados a cambio de nada, pero con la intención de sublevar el ánimo mediante la sátira y conseguir que la realidad nos indigne cada vez más. Si alguien le pregunta algo, responde algo. Si nadie le pregunta nada, no dice nada, pero no importa, siempre están ahí las palabras, en la pancarta, en su chaleco, en el sombrero. 
Paradojas de la palabra. Hoy, unas palabras; y mañana, otras. 

PARADOJAS Y CONFUSIONES DE LA PASIÓN POLÍTICA
En las campañas electorales, los partidos políticos anticipan siempre a su favor el resultado de las elecciones, pero hay algunos que, paradójicamente, ya se ven en la oposición antes de votar, como nos sugiere "El Periódico" al citar una frase de un dirigente de "Catalunya Sí que es Pot" , el cual pretende criticar a su oponente, "Junts pel Sí": 
"No será lo mismo para Mas tener enfrente, como líder de la oposición, a Inés Arrimadas (Ciudadanos) que a Lluís Rabell", consigna un dirigente de "Sí que es Pot", subrayando que las tesis de la una y el otro sobre el derecho a decidir son como la noche y el día." 
Una estrategia poco corriente, una manera muy original de ayudar a su propio partido, comentan en el bar del barrio.
Paradojas de la política.

DELANTE DE LAS NARICES DE FRANZ KAFKA
Fuente situada delante del Museo Franz Kafla, en Praga, con dos esculturas obra de David Cerny.
¿Qué diría Kafka? ¿Se reiría, como se reía cuando leía uno de sus relatos fantásticos a los amigos? ¿O más bien saldría corriendo, en busca de un lugar menos público y visible, más reservado?
Paradojas del arte.