domingo, 7 de abril de 2013

POEMA EN PROSA ENCONTRADO EN UNA PAPELERA (Homenaje al cuento "El Pequeño Príncipe")

Fotografía: Matilde Sagan, Ramo de flores
Anochecía cuando un vagabundo, que vivía en las calles del barrio, me llamó y me dio un papel escrito que había encontrado en una papelera, entre la basura. Y dice así:

POEMA EN PROSA DE LA BASURA

En aquella aldea se arrojaban basura los unos a los otros, cada día, desde la mañana a la noche.
En aquellos tiempos, la basura aún era gratuita, estaba al alcance de cualquier vecino, de cualquier habitante de la aldea.
Ahorraban basura, la acumulaban, la depositaban en sus casas y oficinas, trabajaban y estudiaban para mejorar la producción y la calidad de la basura. 
Y, en el momento más oportuno del día, abrían balcones y ventanas y tiraban la basura a la cabeza de los que pasaban por debajo. Llovía basura por calles, plazas y pasajes, caía aquí y allá, y toda la aldea quedaba cubierta de basura. 
Todos llevaban basura sobre la cabeza, hombres, mujeres y niños, todos hacían ostentación de la basura en la cabeza, a modo de tocado, de sombrero a la última moda: la última moda de basura. 

Y así fue como empezó el negocio de la basura. Dejó de ser gratuita y cada vecino le ponía un precio a su basura. 
Aumentaba la demanda y consumo de basura, el negocio de la basura prosperaba, se cotizaba a un precio cada vez más alto. 
Y, un día, se reunieron algunos políticos, financieros y religiosos del lugar y decidieron apropiarse del negocio de la basura, expropiar aquella basura que generaba y ahorraba cada habitante del lugar. Comenzaron, pues, a controlar el gasto y el precio de la basura, a su conveniencia e interés, y así crearon: el monopolio de la basura. 
Sólo daban una porción diaria, una cantidad determinada de basura a cada habitante de la aldea. 

Hasta que un día los habitantes del lugar se sublevaron contra el monopolio y derrotaron a las fuerzas vivas de la basura. 
Los habitantes se repartieron la basura que quedó después de la batalla, y de nuevo cada familia se llevó a su casa su porción de basura.
Se ignora lo que aconteció en el futuro de aquella aldea, donde nadie era responsable de ninguna flor, y cuyos tesoros eran de basura.

8 comentarios:

jardinero en paro dijo...

En el cuento "El Principito", un zorro le dice al pequeño príncipe que escoja una rosa y se responsabilice de esta rosa. Y entonces esta flor ya no será como las demás flores..

extodo, exnada dijo...

La basura como metáfora de la sociedad actual.

basurero y poeta dijo...

El hombre no es una basura, se hace basura cuando toma contacto con las basuras: se hace basura al andar, al andar entre basuras.

maquiavélico dijo...

Y la política siempre ha sido, es y será una basura, por mucho que se diga lo contrario y se hable de la necesidad de la política, de la gran necesidad que el hombre tiene de la política: de la política del control, ejercida por los políticos que hablan de la necesidad que tiene el hombre de la política.

medio utópico dijo...

Nada nuevo en tierras de Catalunya, tierra de anarquistas...

piel de conejo dijo...

País de chatarreros, basureros, traperos y "drapaires", pero con la basura subvencionada.

el cazador postmoderno dijo...

Corre, conejo, que vienen los lobos disfrazados de cordero...

comentarios dijo...

A Francesc Cornadó, Anna Ros, Pura Salceda y 8 personas más les gusta esto.

Eva Soc Aixi: Se ignora lo que sucederá de igual modo en nuestra aldea global...
Ayer a las 9:45 · Me gusta