sábado, 14 de julio de 2012

"SE HACEN REPARACIONES DE PALABRAS"
















"SE HACEN REPARACIONES DE PALABRAS" //

Otra vez se anuncia el taller de reparaciones de palabras.
Dicen que es un taller clandestino del barrio donde se reparan las palabras, con total reserva y garantía.

Reparación de cualquier palabra que ya no dice nada, rasgada por arriba o agujereada por abajo.
Palabras manoseadas, gastadas por exceso de vida o de muerte, dicen que todas pueden ser reparadas en este taller del barrio.
Eso es lo que dicen, aunque si luego preguntas por la dirección, resulta que nadie la conoce con exactitud y te envían a la calle que no es, y te extravías y vas de una calle a otra, sin encontrar el taller de reparaciones.
Y vuelves a casa, con las palabras por reparar, estropeadas.
Otro día seguiremos preguntando y andando en busca del taller de reparaciones de palabras.

El suplente del cronista

1 comentario:

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Mery Sananes: Estas cosas no ocurren sino en éste, mi barrio de adopción. La mayor sabiduría siempre es anónima, porque lejos de ser un recetario es lo que irrumpe desde el interior de cualquier pregunta. Todo el barrio es un taller clandestino de reparación de palabras, de acciones, de sentimientos, de porvenires. ¿Cómo encontrar un espacio determinado, con una máquina añeja, capaz de procesar tantas palabras como palabras se han dicho y luego devolverlas como nuevas? Ese viaje con palabras rotas en las alforjas hacia un sitio que no se encuentra ya es parte ceremonial de la reparación. ¿Quién en este mundo tiene esa sinceridad de reconocer que anda hablando palabras rotas hasta el punto de buscar a un reparador de palabras? Y cuando, con la alforja, más pesada que cuando se salió, porque se fueron agregando las palabras del desconcierto, regresan a casa, al salir de las alforjas de nuevo, se devuelven a las gargantas más reparadas que nunca, porque sólo el corazón las recompone y esa certidubre de la conciencia, de que sólo nosotros podremos cambiar las palabras, las acciones y el mundo. Celebro y festejo a mi barrio, el único sitio que conozco donde se reparan palabras con sólo decirlas.