viernes, 31 de diciembre de 2010

LA ENCICLOPEDIA DE LOS SECRETOS EN LAS DEMOCRACIAS













WikiLeaks.
(De Wikipedia, la enciclopedia libre).
Para las últimas filtraciones, véase "Filtración de documentos diplomáticos de los Estados Unidos".
(Información general:
URL http://www.wikileaks.ch/).
La organización se ofrece a recibir filtraciones que desvelen comportamientos no éticos por parte de gobiernos, con énfasis en los países que considera tienen regímenes totalitarios, pero también de religiones y empresas de todo el mundo. Por el momento las actividades más destacadas de WikiLeaks se han centrado en la actividad exterior de los Estados Unidos, especialmente en relación con las guerras de Iraq y de Afganistán.
................................

En las dictaduras, en los países totalitarios el secreto y la manipulación de la realidad es la norma.
En las democracias, debería ser la excepción y desparecer de una vez por todas, comentan los más atrevidos del barrio, después de leer en voz alta una información sobre los orígenes de Wikileaks y su lucha contra los secretos oficiales en dictaduras y democracias.
Algunos de los vecinos no están de acuerdo con esa lucha y revelación de secretos, dicen que desconfían de esta campaña.
Otros dicen que se suman al proyecto tecnológico y periodístico de la libertad sin secretos oficiales, sí, proyecto político y periodístico, afirman, ya que muchos políticos han dimitido de su función de administrar bien lo que les han confiado, y, por otro lado, muchos medios de comunicación se han acobardado frente a la realidad más cruda y el poder, y no se han atrevido a investigar ni a informar con valentía y conocimiento de lo oculto, de lo inconfesable política, económica y militarmente. 

El suplente del cronista

1 comentario:

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

El suplente del paciente de suplicios sociales (su otro yo) ha perdido la capacidad de dilucidar acerca de lo que conviene y lo que no conviene, porque una cosa puede llevar a la otra, y viceversa. Espera estrenar año para mirar por la ventana y ver qué tiempo hace, y observar las ramas desnudas de los árboles para saber de dónde sopla el viento. Luego volverá a la rutina, en la que no guarda ningún secreto vergonzante. Quizá eso le baste.